miércoles, 11 de noviembre de 2009

Dichos

La cama caliente: Dos mineros de diferente tumo ocupaban la misma casa y la misma cama, cuando una llegaba el otro salía a su turno y le dejaba la cama caliente para dormir.

Hay mucha ropa tendida: Proviene de cuando las esposas de lo mineros en sus oficios de la casa como era tender ropa, sentían que las "copuchentas" iban a tender ropa donde nos les correspondía y así escuchar conversaciones ajenas.

Agua va: Era el grito que enviaban las dueñas de casa ante el poblaso cuando iban a tirar agua con desechos por las ventanas

Patas negras: Cuando un minero andaba en su turno el amante de la señora estaba recién saliendo del suyo ósea estaba lleno de polvo negro en su cuerpo, para que nadie se diera cuenta que andaba alguien en la casa se sacaba los bototos afuera de la casa y camina descalzos, cuando llegaba el esposo se daba cuenta de las marcas de los pies.

Se fue de espalda el loro: En el interior de la minas ponían loros en jaulas para captar el gas grisú que emanaba de la faenas de los mineros en el carbón cuando minero veía el loro muerto gritaba eso y todos corrían tratando de salvar sus vida, es decir, se dice este dicho cuando uno muere.

El Minero Genereso (leyenda)


Hace mucho tiempo, en la zona minera de Lota, vivía un hombre muy bueno e inteligente. Su oficio era minero de la mina de carbón El Chiflón del diablo. Tenía muchos amigos dada su condición de buen hombre. Pero tenia un problema. Era muy pobre porque regalaba a los más necesitados lo que ganaba. Así que todo lo que poseía se le hacía poco para ayudar a la gente.

-¡Hola don Reina!- como le decían sus amigos.

- ¿Me podría prestar usted un kilo de azúcar?- le pedían y don Reinaldo inmediatamente ayudaba a quien le pidiera.

Otra persona lo saludaba con mucha cordialidad.

-¿Cómo está usted? ¿Y su trabajo en la mina cómo va?

Un día llegó una viuda a verlo a su casa:
- Don Reina, vengo a pedirle un favor, si usted me puede ayudar con algo de dinero para comprarle un par de zapatos a Eduardito

El minero de inmediato salió a conseguirse un anticipo de sueldo para ayudar a la viuda.
Y así, todos los días iban a pedir alguna cooperación y don Reinaldo corría a socorrer a sus vecinos necesitados. Ya la situación no daba más. Estaba muy endeudado pidiendo aquí y allá para ayudar a sus vecinos.

Un dia dijo:

- Haré un pacto con el diablo y le pediré mucho dinero para ayudar a mis queridos amigos.

Dicho y hecho. Se fue al fondo de la mina el Chiflón del diablo y haciendo un ademán de hablar con alguien, dijo en voz alta:

-¡Oye tú, patas de hilos! ¡Sal de tu escondite y ven a verme, quiero hacer un pacto contigo! No pasaron más de tres segundos y un estruendo sacudió la mina y se apareció un hombrecillo de negro

-¡Así que quieres hacer un pacto conmigo Reinaldo Jara!- le dijo con enérgica voz.

-¡Sí, don Satanás!- le contesto don Reinaldo, un poco asustado.

-¡Bien, llenaré un cofre de monedas de oro que encontrás en tu casa, pero a cambio tú tienes que darme tu alma!

-¡Acepto don Satanás!

Y el Diablo sacando un documento de entre sus ropas negras, le dijo:

-¡Procederé a leerte las normas escritas para que firmes el contrato!Después de leerle algunos párrafos, el caballero de negro prosiguió:

-¡ Y dentro de algunos años mas te llevaré conmigo!

Y don Reinaldo Jara estampó su firma en el documento. Acto seguido, el diablo en otro estruendo, humo y olor a azufre, desapareció.

Al día siguiente don Reinaldo encontró dentro de su casa un cofre antiguo lleno de monedas de oro.

Con tanto oro a su disposición, don Reinaldo empezó a ayudar a los más necesitados. Su fama de hombre generoso trascendió la zona de carbón.

Pasaron 20 años y don Reinaldo , ya de más edad, se había olvidado del pacto hecho con el diablo y el dia había llegado para que se lo llevara el señor de las tinieblas.

Y así ocurrió. Aquel día en la mañana, don Reinaldo Jara, que todavía trabajaba en la mina, se aprestaba para ir a trabajar cuando se le apareció el malulo.

-¡Hola Reinaldo, vengo a que cumplas con el contrato que hicimos para llevarte conmigo!

El minero, recién se acordó del pacto que había hecho con el diablo y al darse cuenta de la realidad, aceptó cumplir con lo pactado.

- Muy bien don Satanás, cumpliré con mi compromiso e iré con usted- le dijo con resignación.

Pero ocurrió algo que al diablo le llamó mucho la atención, y era que veía a don Reinaldo tan pobre como cuando pactó con él, hace 20 años.

-¡Oye hombre! ¿ Y tu fortuna? ¿ Donde está que no la luces?

Y don Reinaldo le dijo que día a día el repartía las monedas de oro a la gente más necesitada y el objetivo de él era sólo eso: tener muchisimas riquezas para ayudar al prójimo y que eso le hacia feliz.

El diablo se puso rojo de rabia y le contestó:

-¡No puedo llevarte conmigo, porque tu alma es buena y generosa, y eso es para mi fatal, sólo necesito almas ambiciosas y avaras, y tú no me sirves! Y dando un grito de espanto, el diablo desapareció del lugar dejando un fuerte olor a azufre.

Don Reinaldo Jara siguió ayudando a los pobres. Y el cofre de oro nunca se agotó, ya que éste dejaría de llenarse de oro sólo cuando don Reinaldo dejara de ser generoso. Eso nunca ocurrió, él no cambió jamás y murió muy viejito y amado por el pueblo de Lota.

Viaje a Lota Sorprendente

Este fue uno de los dos viajes en que el transporte nos ha fallado, pero luego de esperar casi dos horas que el bus llegara. Cuando ibamos casi en la mitad del viaje el profesor Eduardo Monsalves nos entrego las instrucciones y trabajos que debiamos realizar en el parque Lota, todos muy emocionados porque habíamos llegado, después de un largo viaje.
Cuando llegamos al parque nos encontramos con algo inesperado, con Thomas Alba Edison, quien nos mostraría el museo interactivo "Big-Bang", ahi nos enseño y demostró de manera muy didáctica diferentes proyectos que llamaron la atención de todos.

Comenzó la charla proponiendo algunos juegos, pero antes de que empezara con todo nos dijo- córrete pal lado- para que nosotros y los que estuvieran parados se pudieran sentar, hay causo desorden y un enojo de nuestro expositor que nos dijo , literalmente que nosotros actuábamos sin pensar. Al comenzar los juegos (enseñanzas), dijo que los seres humanos solo servíamos para cazar conejos, perseguir mujeres y arrancar cuando nos veíamos en apuros, lo que produjo carcajadas. Luego nos dio a entender que nosotros éramos distintos a los animales ya que habíamos sido capaces de descubrir el método cientifico. El segundo juego lo llamo " no confíes plenamente en tus sentidos" para esta demostración solicito la ayuda de algun estudiante y por fortuna salió nuestro compañero Oscar Peña, nuestro Thomas Alba Edison chileno, le enseño tres polquitas, le dijo que las tocara y luego hizo que nuestro compañero Oscar mirara hacia otro lado y que con una mano tocara las polquitas , nuestro compañero luego movió la mano y sintió que tenía dos polquitas , lo que nos dio una admiración y nos demostró porque no debiamos confiar en nuestros sentidos.
Luego de dos juegos más, el ultimo uno de los mas admirados, dijo que hablaría de la energía estática, hiso girar un tipo de liga en donde acerco su mano y empezó a salir chispa, luego puso un tubo fluorescente y empezó a prender de pestañadas, y lo ultimo que hiso fue agarrar el tubo de luz y acercar la mano a la liga y el acturia como transportador de energía y el tubo prendía pestañando. Pronto de presentarse diciendo que era "Thomas Alba Edison", nos invito al "museo interactivo y que lo difrutáramos.
Después de salir del museo "Big-Bang", volvimos al patio, en donde subimos hacia un costado y nos encontramos con el museo Histórico de Lota. Atrás de este, había un hermoso paisaje, con una pileta, y matorrales, que hacían de esa una imagen única.
Tuvimos un tiempo para comer, mientras que entraba el 1ºB. En seguida, fue nuestro turno. Al entrar, se podia apreciar que la casa estaba en perfecto estado, y era examente como una casa de la época antigua aunque fue arreglada para la película "Subterra". Había distintas habitaciones, con distintos aparatos, como frascos valiosos, cuadros,etc. Pasamos a una sala en donde existían distintos artefactos mineros, como linternas o picas de la primera compañía de electricidad. Durante el transcurso por la casa, se nos dio a conocer la biografía de Isidora Goyenechea, esposa de Luis Cousiño, hijo de Matías Cousiño , iniciador de la explotación a gran escala de cárbon. En la misma sala, en la parte posterior, se encontraba la reacreación de la parte de al frente, de un pulpería, donde se conseguía la mercancía mediante fichas.
Al salir de la sala nos encontramos con una escultura de Matías Cousiño, y una representación a escala de la iglecia de Lota. Tuvimos que subir una escala y arriba nos encontramos con un gran cuadro, de Matías Cousiño. Luego, pasamos a la sala de la mujer lotina, en donde habia articulos de uso diario que las damas ocupaban en la época, nos dirijimos al final del pasillo donde se encontraban barcos a escalas, ellos transportaban el carbón a distintas partes del mundo. Después de este hermoso reencuentro al pasado nos dirigiríamos al gran parque lota.
Cuando llegamos al parque que su nombre verdadero fue " Parque Isidora Goyenechea de Cousiño". Al entrar nos asombramos con dos cosas, una fue las maravillosas aves que se encontraban, la vegetación y aéreas verdes que nos rodeaban. Más allá de los caminos cuidados por las obras de mármol, ingresamos a una especie de bosque que queda junto al mar en donde se nos hizo posible obtener magníficas vistas del Océano Pacífico, este lugar es ideal para contemplar el puerto de lota al atardecer. Luego al terminar la explicación de nuestra guía, nos dirigimos a las tumba de Carlos Cousiño, él era el nieto de Matías Cousiño y inmediatamente cada uno recorrió por el alrededor de 15 minutos el gran parque asombrándonos cada vez más, de lo hermoso que era este parque.
Al terminar de visitar el parque, nos llevaron a la gran mina " el chiflón del diablo". Luego de una pequeña introducción en la recreación de las viviendas que se utilizo para interpretar la película "Subterra", para aquellos que habían visto la película, era muy emocionante ya que podían reconocer escenas de la película, porque este lugar estaba exactamente igual. Luego nos explicaron algunos dichos chilenos y nos hiceron entrar a una de las casas, ya adentro de ellas pudimos recorrerlas observando cada detalle, como las camas, sillones, tazas y sobre todo las formas en cómo estaban construidas.
Nos llevaron a la mina en donde otro guía nos acompañería en esta otra aventura. Nos explico muy bien el recorrido, era un hombre sabio y lleno de historia para contar, ya que él y todos los demás guías de la mina eran ex mineros; dijo que al estar abajo no sabríamos que sucederá arriba, una de las cosas que más nos impresiono fue que era la única mina que era "alimentada" con ventilación natural. En un momento del recorrido nos hicieron apagar la luz de nuestros cascos y pudimos sentir lo que es ser ciego, era impresionante la forma de mirar al vacio, no ver absolutamente nada, mientras estábamos con la luz apagada, el guía nos dijo que guardáramos un poco de silencio para que pudieramos escuchar como el mar pasaba por arriba de nosotros y así fue, se escuchaba el mar y para todos fue extraordinario. Al llegar al final del recorrido tuvimos que atravesar un pasillo de menos de un metro de altura, donde tuvimos que ir hincados fue muy agotador todos, al llegar al final subimos un gran escalera donde saldríamos a ver las injusticias del trabajo en esos tiempos.

Historia de Lota


Lota es un pueblo, llamados por nuestros descendientes mapuches "louta" que significa " Pequeño Lugarejo o Caserío Insignificante". Es una comuna costera ubicada en la Región del biobío en Chile.

Lota es célebre por sus grandres yacimientos carboníferos muy ligados a la historia y desarrolo de la economía chilena, así como por sus trabajadores de la minería subterránea , cuyas difíciles condiciones de vida fueron descritas por Baldomero Lillo en su libro "Subterra", en 1906.

Entre los años 1905 y 1926, la mina tomaba el nombre de Compañía Minera de Lota y Coronel, en esta los minieros comenzaban a organizarse en Sociedades de Socorros Mutuos, la mayoría de ellos venían de los campos a trabajar en la mina.

La empresa les entregaba viviendas llamadas pabellones y su salario eran las "fichas", las que servían para pagar su consumo diario, el cual era comprado en la Pulpería, una especie de almacén que dependia de la empresa, los mineros solo podían comprar su alimento en la pulpería que les correpondía, si eran sorprendidos comprando en otra su alimento era requisado.